INOPERANTES
REAL ZARAGOZA 1-2 CARTAGENA
Inoperatividad, esa es la palabra que mejor define a este conjunto que le pone ganas pero que no da mas de si.
Otra tarde noche aciaga para el Real Zaragoza que además se vio acompañada por el hartazgo y la protesta de la grada por los nefastos horarios que le ponen al club blanquillo con partidos entre semana.
PRIMER PERIODO:
El incombustible Mollejo hilvanaba jugadas que llevaban a apuros a Lizoain para desbaratar sus intenciones. Se liaba las leiones para el Cartagena porque Alarcón se lesionaba en el hombro y Álamo lo sustituía.
No estaban acertados de cara a marco local los arietes zaragocistas. El arbitro le sacó la tarjeta amarilla a Maikel Mesa por criticar el adelanto de la barrera en una falta, algo que enervó al respetable.
Los visitantes hacían su partido y generaban peligro a un Real Zaragoza inoperante incapaz de carburar. Todas sus incursiones quedaban en agua de borrajas. Cuando la grada estaba exaltada, Jairo golpeaba con el brazo y sin el balón en juego a Mouriño. Manotazo en toda la cara que revisaría el VAR para que el jugador cartagenero viera la tarjeta roja y tomara rumbo al vestuario y dejaba a su equipo con diez.
Era el momento de espabilar pero ni aun así, tras cinco minutos extras se llegaba al descanso.
SEGUNDO PERIODO:
El míster blanquillo quería un cambio en el rendimiento de su plantel, así Valera y Bakis ocupaban el sitio de Mouriño y Azón. Así parece ser que el panorama mejoraba. Prueba de ello es que, en la primera combinación entre el 12 y Mesa casi logran el empate. No fue tampoco a la segunda ni a la tercera, Mollejo apuntaba su punto de mira mejor pero sin éxito.
Seguía en movimiento el banquillo, Enrich y Vallejo en lugar de Zedadka y Francho. El ex zaragocista Ortuño casi marca el segundo. Francés era el designado para impartir justicia y corría el 75 para superar a Lizoain que nada podía hacer para evitar el empate 1-1
entregada a la causa, vibraba, posiblemente más por agarrarse a un clavo ardiendo que por lo visto en el campo. No por ello dejaba de resultar extraña la reacción de la grada, que enloqueció hasta el punto de parecer que se encontraba superando la mayor de las adversidades y no empatando ante un Cartagena con diez.
Sin embargo, siempre hay un pozo en el que caer. Después de intentarlo con balas de fogueo todo el partido, sacó las suyas el Cartagena, colista hace tres meses, que fueron mucho más eficaces que las aragonesas. Así que el bochorno, ya evitado por Badía en el 85 ante Arnau y porque Ortuño la envió escasos centímetros fuera, llegó antes del descuento. Fontán, en una jugada con rechaces por doquier, se encontró con el balón en el área y remató al fondo de la portería. Con diez, el Cartagena – que ya la tuvo dos veces más – se llevaba el encuentro.
Lectura, queda claro que este Real Zaragoza no tira a puerta y si lo hace no atina en el fondo de las redes rivales así poco se puede aspirar, su ausencia anotadora es muy alarmante y se deberián tomar medidas ya.