
SIN FRENOS
ELCHE, C.F 2-0 REAL ZARAGOZA
El Real Zaragoza firma un nueva derrota frente al Elche que confirma su crisis.
PRIMER PERIODO:
Comenzó incisivo el cuadro ilicitano. Germán Valera no fue solidario con los compañeros y no acertó al enganchar una falta lateral con cierto peligro. Ya en el minuto 16 Manu Vallejo no acertó en el último pase.
Los pupilos de Fran Escribá no conseguía poner en apuros serios a Miguel San Román, algo de lo que también podía presumir Rebollo. Eso sí, la jugada la calcaron Nico Fernández y Mourad, pero esta vez sería Borge quien evitaría el tanto. Lecoeuche vio la amarilla por parar a Febas.
La línea zaguera del Real Zaragoza carburaba bien y los ataques del Elche no cristalizaba en rédito goleador. Era ya el minuto 25 y Rebollo se tuvo que esmerar en dos tiros verdiblancos. Los locales continuaban con el asedio al arco de Rebollo y Tete Morente ya en minuto 41 lo intentaba también.
Se palpaba que los locales estaban siendo superiores al Real Zaragoza y ya estaría todo el pescado vendido en este primera parte.
SEGUNDO PERIODO:
Comenzaba sin cambios el segundo asalto, con un Mourad que pisaba a Francho de forma aparatosa y ponía el susto en el Real Zaragoza. Al que hubo que añadir una jugada embarullada que terminó en despeje y en alivio porque se marchó bien lejos. Salvó Francés sobre la bocina en el 52, cuando Óscar Plano preparaba la caña y el zapatazo en el área. No mejoraba todavía el cuadro aragonés, que necesitaba un replanteamiento si quería ganar un partido importante.
Y en estas, pasaría lo que no debía pasar. Porque en uno de esos automatismos, y con posible falta previa de Borge, el Elche recuperaba el balón, hilaba, y Tete Morente remataba el balón al fondo de la red. Minuto 62, precisamente cuando menos mal estaba el Real Zaragoza, para ponerse 1-0 y con la necesidad de remontar. Por si fuera poco, llegaría el segundo. Esta vez sería Morente quien cedería el balón a Óscar Plano, que remataba al fondo de la red para el 2-0.
Maikel Mesa y Valera eran los damnificados para evitar el desastre, con Enrich y Bermejo entrando para evitar el desastre. Pero era Francho quien probaba por primera vez a San Román, con un lanzamiento en el 69 que repelía sin mucha dificultad. Sí que lo hizo Bermejo en el 73, con una gran jugada de Manu Vallejo que el delantero estuvo a punto de enchufar, pero salvó el meta local. En común solo tenían el escaso susto que daban al Elche. Poca cosa para desesperación del zaragocismo desplazado y del que se quedaba en casa.
De ahí al final, el Elche se dedicó a mantener el resultado. La única nota positiva, que Cuenca pudo disfrutar de minutos. Por lo demás, no hubo oposición para la victoria de un conjunto local que se quedó en un 2-0 y pudo ser mayor. Porque el cuadro aragonés parecía que había olvidado su juego rescatable ante el Real Oviedo, pero no sus resultados que llevan a la angustia. Y porque las paradojas del fútbol llevan a que sea el equipo de su vida el que le deje a Fran Escribá más débil que nunca.